El drop es la diferencia de altura entre el punto más alto del talón de la zapatilla y el más bajo en la punta del pie, calculada en una medición por dentro del calzado (no se puede calcular desde fuera).

Los diferentes Drops, las diferentes alturas que existen de un modelo de zapatilla a otro, modifican los grados de movimiento de las articulaciones de los pies y afecta a la dinámica del resto del cuerpo.

Un drop más alto implica más amortiguación en la zona del talón y facilitar el aterrizaje con esta zona, un menor drop te predispone a correr más de punta obteniendo una posición más adelantada.

Drop 12mm

Da mayor sensación de amortiguación porque la zapatilla lleva más material amortiguador en el talón por lo que se pierde un poco de propiocepción. Las zapatillas con drop alto tienden a favorecer un apoyo de talón más temprano.

Drop 8mm

Es un drop intermedio que favorece la transición de la pisada para corredores/as que tienen una técnica de carrera algo más fluida y adecuada. Te predisponen a apoyar más con el mediopié, a obtener una mayor fuerza de reacción pero también la fuerza del impacto es más agresiva.

Drop 0mm

Este drop lo podemos encontrar en dos tipos de zapatillas. Zapatillas minimalistas puras, que imitan el correr descalzo, ayudando a tener mayor propiocepción y sensación del terreno, con un coste muy alto, tener una musculatura y articulaciones preparadas para ello. Y Zapatillas con grosor en la suela que mantienen la amortiguación sin variar la diferencia de altura entre talón y punta del pie.

Un drop más bajo favorece un despegue más adelantado y obligamos a nuestra musculatura a trabajar para absorber las fuerzas de impacto y mantener una alineación correcta.

A priori, drop bajo suena bastante bonito, correr de forma más eficiente, dejando que los músculos de la cadena posterior trabajen más, taloneando menos; no obstante un drop bajo no funciona igual en todo el mundo y no es lo ideal para todo el mundo.

Nuestro consejo es:

Para personas que se están iniciando, que todavía no tienen una técnica trabajada, para personas que no están muy entrenadas, que salen esporádicamente. Para los corredores que entrenan a bajas intensidades durante mucho rato, para los corredores que hacen largas distancias, para los que corren 5 o 6 días a la semana…un drop alto o incluso un drop intermedio (8 ó 10mm) salvarán de lesiones, darán respuesta y amortiguarán.

Los corredores que van a velocidades mayores, que están más entrenados, pueden intercalar zapatillas de drops intermedios con zapatillas de drops más bajos (4mm-6mm) para buscar ese plus de respuesta y eficiencia, para utilizarlas en entrenamientos más exigentes o competiciones.

Hoy en día también existen modelos de zapatillas de drops bajos pero con buena dosis de amortiguación, una solución perfecta para aquellos corredores que se sienten muy incómodos taloneando y corren mejor pisando de metatarsos, corredores que se sienten incómodos con zapatillas más tradicionales, que tienen problemas de espalda o incluso de fascitis.

Por cierto, si padeces de gemelos, tendón de Aquiles e incluso isquios, no hagas inventos, busca drops intermedios o altos (según también tu peso, porque a mayor peso necesitarás buena dosis de amortiguación) y fortalece toda esta musculatura no a base de zapatillas con drop más bajo sino a base de ejercicios funcionales y de fortalecimiento. ¡Además de estirar!

El barefoot, correr sin amortiguación ninguna, 0 drop, 0 material, es una opción muy personal y sólo destinado a muy pocas personas cuyos músculos son capaces de absorber el impacto y no verse afectadas por ello. Desde Ríos Running no hemos visto atletas que hayan sido capaces de adaptarse a ello, si no, que siempre viene bien llevar amortiguación.