Analisis pisada

Vaya "palabros", ¿verdad? pero lo cierto es que a todos nos suenan. Son los tipos de pisada. De forma breve, al correr nuestro pie atraviesa tres fases:

  • Una primera fase de impacto en la que el talón choca contra el suelo.
  • Una segunda fase de apoyo en la que la planta del pie está en contacto con el suelo.
  • Una tercera fase de impulsión en la que los dedos, en un último movimiento, provocan el desplazamiento.

Nuestro cuerpo, en su infinito buen hacer (ante un acto con tanto impacto como el correr), protege todas nuestras estructuras amoldando esta pisada a nuestras…llamémoslas deficiencias biomecánicas. Así que en la segunda fase, en la fase de apoyo, nuestro pie puede hacer 3 cosas:

  • Pronar, cuando en esta segunda fase de apoyo el pie se “hunde” hacia dentro.
  • Supinar; cuando ese “hundimiento” es hacia el exterior.
  • No hacer nada, es decir, tener una pisada en la que no se produce ningún hundimiento y el desplazamiento es lineal. A esto se le llama tener una pisada neutra.

¿Y qué hago?, ¿me grabo corriendo para ver dónde se me hunde el pie o qué?, bueno, esa es un poco la idea de las pruebas de pisada que se realizan en las tiendas especialistas o de los estudios completos que se realiza en un podólogo. En Ríos Running contamos con una cinta de correr y una cámara de alta resolución que grava el comportamiento de tus pies en movimiento. Es una herramienta muy útil sobre todo si estás teniendo muchas lesiones o una lesión algo persistente y fastidiosa. En muchos casos es necesario recurrir al podólogo para confeccionar unas plantillas totalmente hechas para ti para mejorar la situación.

También recomendaría un estudio de pisada si, aunque con molestias normales y pasajeras, estás empezando a devorar muchos kms y te están planteando objetivos más largos como un maratón, una ultra trail, ¿por qué?, porque vas a tener que dar muchos pasos y asegurarte que estás utilizando el calzado adecuado no está demás.

Ahora bien, si estás empezando, no tienes molestia alguna corriendo y te va bien el modelo de zapatillas que utilizas, no cambies ni te preocupes, lo tuyo son las zapatillas neutras, la realidad es que en menor o mayor medida la mayoría de corredores pronamos o acabamos pronando cuando vamos cansados, es normal, es un mecanismo del cuerpo para paliar esos déficits biomecánicos que tenemos pero eso no significa que necesitemos una zapatilla con control de pronación, de stability o como la queramos llamar.

No obstante, hay un segmento de la población que sobrepona, el hundimiento es excesivo y es necesario emplear zapatillas con control de pronación. Son zapatillas que llevan una tecnología en el medio pie (ya sea una pieza de TPU u otro tipo de materiales y refuerzos) para que en la fase de apoyo se corrija el hundimiento y el pie no de desestabilice tanto.

La buena noticia es que del palabro Supinador casi no hay que preocuparse porque muy muy pocos corredores son supinadores, apenas el 3-4%, este tipo de corredores necesitan plantillas.

¡Ah! Recordad que si llevamos plantillas, ya tenemos la corrección hecha así que hay que ir a buscar zapatillas neutras y meter la plantilla. Lo que hay que tener en cuenta es que con la plantilla igual tenemos menos sitio para nuestro pie y quizás haya que coger medio o incluso un número más a nuestra talla habitual.

Analisis pisada

La duda que puede abordarte es ¿y qué lleva entonces una zapatilla neutra? Básicamente la diferencia entre zapatilla neutra y zapatilla de pronación es que, la zapatilla neutra no busca cambiar el tipo de pisada, lo que busca es dar libertad amortiguando y disipando el impacto, dejando que el pie se mueva en ese eje lineal y correctísimo que tiene. Las zapatillas pronadoras son más firmes porque los sobreponadores tienen una pisada inestable y necesitan un calzado que de seguridad a sus pasos.

Por cierto, ¿sabéis que la mayoría de zapatillas de montaña cuentan con un pequeño refuerzo para no pronar en exceso? Aunque no seas pronador, aunque lleves plantillas, la mayoría de zapatillas de trail que van en la línea de amortiguación y protección buscan que ante tantas irregularidades como tiene la montaña no se tuerza el pie más de lo necesario.

Por último, os diré un truco que aunque no es muy fiable puede servir de ayuda, si miráis en las zapatillas que siempre utilizáis para correr y os fijáis en el desgaste de la suela, se puede intuir qué tipo de pisada tenemos; pero es un dato poco riguroso porque que desgastes la zapatilla por el exterior tampoco quiere decir que seas un corredor supinador.