Material deportivo

Si estás leyendo estas líneas es porque te gusta correr y sales a correr, quizás lleves muchos años o quizás poco tiempo; pero de lo que estoy segura es que has podido percibir el auge que ha tenido el denominado running.

Recuerdo que cuando empecé a correr con 12-13 años intentaba evitar las calles principales de mi ciudad para que no me vieran correr: ¡qué vergüenza! Hasta que no pisaba los caminos de las afueras no me sentía cómoda. Ahora lo raro es no ver a alguien corriendo, hay personas de todas las edades, ambos sexos, de todas las condiciones físicas y a todas horas que salen a correr, a trotar, a caminar… Los parques, los paseos marítimos, las calles, las cuestas, las montañas, las pistas, todo vale. Es más, ahora es raro no encontrar varias competiciones a las que acudir cada fin de semana, el problema que tienen ahora los runners es decir NO a una competición.

Lo cierto es que tiene una explicación bastante lógica esta proliferación de corredores, la ecuación es bastante sencilla: poca inversión económica + facilidad para practicarlo + capacidad adaptativa enorme + normalización de este deporte x múltiples beneficios para la salud = éxito seguro.

Pensémoslo bien, salir a correr…

  • Correr es fácil.
  • No requiere obligatoriamente de unas instalaciones deportivas ni tienes porqué apuntarte a nada en ningún sitio.
  • Pues correr solo o en compañía.
  • Ahora ya no se necesitan ni caminos! Porque la gente se ha tirado a los montes, como cabras, y hacen trail running!!! Y es maravilloso.
  • Además, no se necesita un material deportivo muy sofisticado… ¿o sí?

De eso es lo que me gustaría llevarte a reflexionar hoy, ¿de verdad es tan importante gastarse 150 euros en unas zapatillas para correr y además un reloj deportivo con gps de más de 300 euros y una camiseta técnica de 45, un cortavientos de 80…? Pues NO y SÍ.

El material deportivo de hace 15 años no tiene NADA que ver al de ahora, lo cierto es que hace años quizás el salto cualitativo no era tan grande, ahora comprarte las zapatillas adecuadas puede marcar la diferencia entre gozar corriendo o lesionarte o no sentirte bien y detestarlo.

Las marcas para dar abasto esa creciente masa de corredores con necesidades tan distintas entre ellos, porque el espectro de diferencias individuales dentro del running es descomunal, han hecho una auténtica revolución en cuanto a materiales, tecnologías y modelos específicos. Ha sido tal la competitividad entre ellas que ahora las zapatillas son obras de ingeniería y fruto de investigaciones muy exhaustivas con el objetivo de brindar protección y rendimiento a todos los corredores.

No es un tema comercial ni de puro marketing, las marcas gracias a las necesidades de los corredores han reinventado la experiencia de correr, vayas con las zapatillas con más amortiguación del mercado o vayas con unas zapatillas minimalistas, todo, lleva un gran estudio detrás.

Llegado a este punto, lo que me gustaría remarcar es que MÁS NO ES MEJOR, ni lo más caro es lo mejor y la zapatilla que le va genial a una persona puede ser pésima para otra. El material que escojamos va marcado por las características y necesidades del corredor/a:

Material deportivo
  • Su condición física
  • La frecuencia con la que sale a correr
  • El terreno por el que suele salir a correr: asfalto, montaña, hierba…
  • El peso corporal
  • El sexo
  • La utilidad que quiere dar a las zapatillas: caminar, competir un maratón, un trail…
  • Si tiene alguna lesión o molestia recurrente…
  • Si entrena en un lugar cálido y húmedo y es necesario ropa técnica que evacúe el sudor y le ayude a transpirar y no sobrecalentarte.
  • Si va a estar horas en la montaña y es necesario llevar un chubasquero que le proteja de las imprevisibles condiciones meteorológicas.
  • Si suele hacer ampollas y necesitas unos buenos calcetines.
  • Etc, etc, etc.

Hay muchos factores a tener en cuenta; pero lo que no podemos subestimar es que por cada zancada que damos multiplicamos por 4 nuestro peso y llevar unos neumáticos que cubran nuestras necesidades y mengüen nuestras pequeñas carencias biomecánicas puede ser, como he dicho antes, la diferencia entre amar salir a correr o detestarlo, entre acabar el maratón o retirarse, subir a la montaña sin pasar miedo o ir resbalándote todo el rato. Y que al correr necesitamos movilidad, llevar materiales que no opriman ni impidan el movimiento, materiales que nos ayuden a mantener una adecuada temperatura corporal, que transpiren y no se empapen, que eviten rozaduras, materiales que no añadan peso, que se adapten a nuestro cuerpo… todo ello aumenta el rendimiento, por lo tanto, aumenta tu satisfacción, aumenta la probabilidad de continuar corriendo a gusto que es de lo que se trata el running.

Para correr no se necesita mucho pero gracias a que como tú miles y miles de personas han dado el paso para transformar este deporte y aumentar la familia ahora sabemos más que nunca que no se puede infravalorar el material deportivo.